Síntomas sutiles, causas invisibles: hablemos de parásitos

Tal vez llevas tiempo sintiéndote extraña. Estás más cansada de lo normal, te cuesta concentrarte, tu digestón es impredecible y, a veces, tu estado de ánimo también. Te han dicho que podría ser ansiedad, que es el estrés, o que es algo normal.

Pero en algunos casos, cuando los síntomas se sostienen y no hay una causa clara, hay que mirar más profundo. A veces, la razón está en el intestino. Y una causa más común de lo que creemos son los parásitos intestinales.

¿Qué son los parásitos intestinales?

Son organismos que pueden habitar en nuestro intestino y alterar su equilibrio. Aunque muchas veces se asocian con contextos de higiene precaria, la realidad es que también pueden estar presentes en personas con buena alimentación, estilo de vida saludable y acceso a agua potable.

No siempre generan diarrea o infecciones evidentes. Algunos parásitos pueden quedarse por años, generando síntomas difusos, inflamación crónica o desequilibrios en la microbiota.

Señales que podrían estar asociadas a parásitos:

  • Hinchazón frecuente o digestiones pesadas

  • Cansancio sin causa aparente

  • Picores (anal, vaginal o en la piel)

  • Cambios de humor o irritabilidad

  • Ansiedad, niebla mental

  • Alteraciones del sueño o bruxismo

  • Cambios en el apetito (mucho o poco).

    No significa que si tienes uno o dos síntomas tengas parásitos. Pero si se sostienen en el tiempo y hay otros signos de disbiosis, puede ser un factor a considerar.

Importante: no se trata de eliminar por eliminar

No todos los parásitos son peligrosos, y no todos los tratamientos son inofensivos. Por eso es clave tener una evaluación individualizada, entender el contexto, los síntomas y el estado intestinal antes de iniciar cualquier intervención..

Este tema puede ser más común (y complejo) de lo que imaginas.
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